Friday, December 20, 2013

Gatunidades...


“Soy una abuela soltera de diez….”  Bueno, diez aproximadamente…  Normalmente son ocho, pero hay instantes cuando suman hasta once…  Once gatos refugiados que comenzaron a colarse en mi vida como una avalancha súbita.  Llegaron sucios y ariscos (¡como gatos que son!) a la puerta de cristal posterior de mi apartamento que comunica con el patio, si mal no recuerdo, hace ya sobre un año.  Yo siempre he sido perruna, así que lidiar con entes gatunos fue una experiencia de primeriza.  La conexión no fue inmediata, lo que si lo fue, fue mi interés por estos canallas.  Siempre había escuchado que “el gato” era más independiente y despegado que los perros, pero eso no fue lo que esta pandilla me mostraba.  Al principio recuerdo a Mamá con sus cuatro cachorros, y también a la otra gata flaca, golpeada, hambrienta, francamente penosa que capturo mi atención.  Todos venían a refugiarse a mi alero, de la lluvia o el sol candente, del cansancio por luchar día tras día por no ser engullidos por algún perro con malas pulgas. 

El asunto es que de alguna forma encontramos la manera de irnos acercando, superando miedos y recelos mutuos.  Hoy les agradezco haber irrumpido en mi vida como lo hicieron, aunque mi vocación de soltera persiste, mi deseo genuino de compartir alegrías y penurias, preocupaciones y esperanzas, de cuidar y dejarme cuidar, ha encontrado el valor de manifestarse.  Y bueno, también la tropa ha ido creciendo en número y diversidad de caracteres.  Supongo que iré añadiendo trozos de nuestras historias, por lo pronto me queda una sonrisa tonta recordando como éramos cuando nos conocimos… 




 

No comments:

Post a Comment