Tuesday, December 31, 2013

En la vispera... del 2014

Este blog (o lo que sea que sea) apenas tiene días de nacido, pero mi vieja costumbre de palabrear en las vísperas surgió hace unos cuantos años.  Esencialmente me mueve la necesidad o la curiosidad por averiguar que surge de este ejercicio de síntesis.  Sintetizar es una manía científica, aunque la mía puede que divague o haga muchas más piruetas de lo científicamente tolerable.  Pero eso no me quita el sueño, mi vivencia de la ciencia y lo científico más bien contrasta con la percepción o el gusto “generalmente aceptado” por los distinguidos clubes científicos yuppies/post-yuppies contemporáneos con mi formación en esos menesteres. 
Pero a lo que vinimos, es decir, a sintetizar el 2013…  Para mí, fue un año grato e ingrato, también.  Fue un año de transición y adaptación, de aprender a vivir con (o sobrevivir a) la decepción, pero también de reconocer y comprender la maravilla de contar con el apoyo de los que quieren estar, obviando a lo que no está porque así es su deseo.  Corroborar la sospecha de que el núcleo de entes vitales es tan pequeño y suficiente como pensábamos desde hace tiempo, nada que ver con la oferta inmensa de las redes virtuales, tan anónimas e impersonales como la habilidad humana para esconderse de su verdad. 
No sé, no estoy segura sobre que esperar del 2014, pero esa ha sido la historia desde hace muchas vísperas.  ¡Y eso tampoco eso me quita el sueño!  La economía de mi territoreado país está por las cañas, la corrupción pública y privada esta disparada, una guerra civil se ha declarado en nuestras calles, los avances sociales retroceden para vergüenza de todos, y por momentos quisiera ser parte de una parodia tipo “Salcedo siendo ahogado por nuestros ancestros para demostrar que no era un superhéroe de Hollywood como quisieron hacernos creer” para sentirme reivindicada ante tanta mierda.  Pero entonces me tropiezo con los ojitos de mis fieras, diciéndome, ¡demandándome!, “¿aquí no se come hoy?”, y yo me desarmo ante tal expresión de camaradería vinculante.  ¡Que se jodan los pendejos, las fieras tienen hambre… ja!
Más que nunca (incluso más que durante mi aventurera e inquisitiva juventud) aplico un instintivo “laissez faire” existencial que me permite arriesgarme a dejar que las circunstancias me sorprendan, en lugar de pretender controlar el destino de lo que no puedo controlar.  Pienso que esta actitud la he logrado valorar con los años y las grietas emocionales, y gracias a ella he descubierto lo maravilloso de la vida tal y como se nos presenta HOY.
Así que me parece que sobre el 2014 tendría que decir: ¡ande, la puerta está abierta!  Y por ella, todxs los que quieran entrar para ser parte de “la brega”, ¡bienvenidxs!  ¡Con salud y ganas, le meteremos manos a lo que sea!  Así que a cuidarse y a quererse, para poder entonces querernos “lxs unxs a lxs atrxs…”  
Reciban de nuestra parte, un brazo cálido y solidario….
 

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